La dicha de la vida consiste en tener siempre algo que hacer, alguien a quien amar y alguna cosa que esperar.

No es siempre facil escoger el mejor camino,  en el largo recorrido se aprende no solo a reir y sino tambien a llorar y aceptar cuando la cosas no son para ti, pero siempre hay algo bueno para quienes no dejamos de soñar y aunque no se puede vivir en un sueño, si podemos luchar por llegar a la meta, por hacerlos realidad, vivimos en un momento en que se ha perdido todo, pero si no perdemos de vista eso que nos impulsa siempre tenemos una oportunidad para empezar de nuevo y estar un paso mas cerca, sin morir esperando solo ese momento, disfrutando cada realidad de cada sueño.